 Cuando creíamos que un buen ladrón requiere mucha informática y gimnasio, llegó el insólito robo en París. “Excepto por una moledora y un montacargas, se llevó a cabo sin herramientas, y menos aún con parafernalias electrónicas o intrincadas acrobacias”, señala el autor. ¿Por qué estas historias fascinan?
 Leer más
									
									
									Cuando creíamos que un buen ladrón requiere mucha informática y gimnasio, llegó el insólito robo en París. “Excepto por una moledora y un montacargas, se llevó a cabo sin herramientas, y menos aún con parafernalias electrónicas o intrincadas acrobacias”, señala el autor. ¿Por qué estas historias fascinan?
 Leer más									
																		