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El ataque de censura contra “Cometierra”, el libro de la escritora argentina Dolores Reyes, tuvo un efecto rebote inesperado. Su nombre se hizo popular; generó una demanda que en días se ubicó como número uno en ventas, y ayer, sábado, el teatro Picadero se llenó para escuchar a más de cien voces de escritoras y escritores, leer fragmentos de “Cometierra” y de otros libros que están en la lista de los que hay que prohibir en las escuelas secundarias. Esos títulos forman parte del programa Identidades Bonaerenses y se eligieron para ampliar con su lectura temáticas inherentes a los adolescentes. Leer más